Desde que Tevez regresó a Boca las aguas parecen estar más tranquilas en el club Xeneize. Si bien el funcionamiento del equipo no es el óptimo, el delantero de 31 años es capaz de ponerse el futbol en la espalda y hacer funcionar los engranajes de forma perfecta.
Es sin dudas uno de los jugadores más importantes que tiene el torneo de primera división argentino y lo hace notar. Pese a haber estado once años lejos del futbol del país no le fue necesaria una adaptación, lo lleva en la sangre. Mira hacia adelante y corre, el respeto lo tiene bien ganado y casi nadie puede sacarle la pelota. Una gran fortaleza física le sirve para aguantar las embestidas de los rivales y poder asistir a un compañero o simplemente avanzar metros en la cancha.
En todos los partidos jugados con la camiseta de Boca en este 2015 se vio un Carlitos con ganas, siempre yendo al frente, siendo capaz de mostrar las diferencias entre el Tevez que se fue al Corinthians a fines del 2004 y el de ahora. Mucho más maduro, más sereno a la hora de tomar decisiones, poniendo sus cualidades al servicio del equipo.
Hay varios puntos a tener en cuenta a la hora de poner la lupa en el 10 de Boca. No voy a descubrir nada si digo que está entero, que, a diferencia de otros jugadores volvió en el mejor momento de su carrera. Ahora, eso no solo se nota en él. Lo hace notar en el resto de los jugadores, que al tener a un jugador de la magnitud de Carlos Tevez, se potencian. ¿A que me refiero cuando hablo de potencia? A la confianza que transmite, a la identidad que le da su juego a Boca, porque él es Boca.
Lleva 7 partidos, metiendo 4 goles (2 por Copa Argentina) siendo participe en la mayoría de las jugadas de gol de su equipo. Asistiendo o desequilibrando para liberar a sus compañeros. Muestra una gran pegada y una gran capacidad pasadora.
A lo largo de toda su carrera en Europa nos acostumbramos a ver a un Tevez siempre merodeando el área, con mucho sacrificio, es verdad, ya que eso no lo negocia, pero siempre buscando desequilibrar cerca del área rival. Ahora, lo vemos arrancar de más atrás, haciendo las veces de falso enganche, aprovechando el buen juego que tiene su equipo en los pies de Gago. Lo vemos construir jugadas, asociándose de muy buena manera con sus compañeros, a un toque, avanzando metros hasta meterse al área. Combina fácil y rápido, y los rivales lo sufren, a veces también sus propios compañeros, ya que cuesta ponerse al ritmo de semejante crack.
“Carlitos te saca marca, te quita presión” sostiene Calleri después del primer partido de Tevez en su regreso a la Bombonera, frente a Quilmes. Todo Boca se siente más tranquilo con el 10 en la cancha, que pica al vacío desde la mitad del campo apilando a dos o tres jugadores, liberando el espacio para sus compañeros y siempre dando un pase en profundidad.
La potencia física que fue capaz de desarrollar con el paso del tiempo le sirve de carta de presentación para el futbol argentino. Una gran fuerza de piernas le permite tener un arranque explosivo en pocos segundos y al mismo tiempo, tener la capacidad de aguantar a los rivales (Claro ejemplo de esto es el partido contra Banfield por la Copa Argentina, donde no lo podían parar) Es un símbolo de lo que el sacrificio significa para el suelo de nuestro continente…pero él, es capaz de agregarle la cuota de calidad necesaria para ser un jugador completo.
La lupa de Tevez no se puede hacer en base a un solo partido, es necesario analizar el fenómeno Carlitos enmarcado en un proceso. Ya creció, no tiene más veintiún años, pero no es Carlos, sigue siendo Carlitos.
Tevez es capaz también de frenar en cierta medida el nerviosismo e histeria en el que se desarrolla el futbol argentino. No se lo ve protestar histéricamente, siempre su objetivo es jugar a la pelota. A diferencia del jugador media de futbol, recibe una falta y se levanta, y si puede seguir, lo hace.
Es virtud del jugador entender que él tiene que acoplarse al equipo, y no viceversa. Carlos Tevez es sin dudas el jugador emblema del mundo Boca. Desde que regresó al club ha tenido intervenciones claves en el funcionamiento del equipo y en los resultados deportivos. Ahora Boca puntero sueña y confía en su mejor carta.
Revista Con Efecto 