Diego Cocca no ha sido un DT más en la historia de Racing. Es verdad, el club de Avellaneda no acostumbraba a ser un habitual campeón. Pero haberse coronado en su decimoséptima estrella nacional si uno tiene en cuenta desde los comienzos del fútbol, tampoco es lo que hace que Diego Cocca vaya a ser recordado por siempre en la hinchada académica.
Para ello es necesario hacer una especie de flashback y ver en qué condiciones aceptó Cocca dirigir al club de Avellaneda. Racing venía de una de las peores campañas de su historia en torneos cortos: 19PJ, con 11 derrotas 4 triunfos y 4 empates, además de haber recibido una gran cantidad de goles (24). Ni siquiera Reinaldo “Mostaza” Merlo, ídolo del club, había logrado remontar la penosa situación del equipo.
La dirigencia académica decidió poner los ojos en un joven DT, que recientemente había logrado el campeonato de la B Nacional con Defensa y Justicia y que al mismo tiempo vislumbraba una gran capacidad de trabajo y valor por los proyectos deportivos, Diego Cocca.
Así es que, el 10 de Junio de 2014, el DT fue presentado en la sala de conferencias del Cilindro de Avellaneda. Ya en su primera exposición al público habló la idea de hacer un “Racing positivo”. Aquel día, será recuerdo de muchos y pesar de otros tantos.
“Después del año que le toco pasar a Racing seguramente están todos muy golpeados y con ganas de revertir esta situación, así que estoy con todas las ganas, con toda la expectativa y con toda mi energía puesta en hacer, de este Racing, un Racing competitivo para poder dar vuelta esa página y que se empiece a pensar en lo que viene, seguramente va a ser un futuro con un equipo grande y con historia que necesita ser protagonista” dijo en su conferencia de presentación.
Es que, por estos años, la sensibilidad y la costumbre han llevado al hincha de Racing a disfrutar, incluso, de los malos momentos. “La hinchada del aguante” como se la ha bautizado en cientos de ocasiones, ha hecho propias, por medio de la bandera del sufrimiento, las malas decisiones políticas de las dirigencias pasadas.
Los hinchas de todo el país, incluso sus más grandes ídolos, han visto cómo Racing sufrió un vaciamiento institucional enorme, siendo llevado a la Primera B por dos años en la década del ‘80, a la quiebra y gerenciamiento a comienzos de siglo e incluso a la lucha por no descender nuevamente, con una promoción incluida, en más de una ocasión. Todas estas heridas acumularon años sin sanar, tal vez décadas. Casi irremediablemente, la cabeza del hincha de Racing había llegado a una transformación negativa y pesimista sobre su club: “En Racing es así. No vale si no sufrís”.
Dio lugar en la mente de los socios e hinchas a una especie de justificación de lo negativo del club, a tal punto de transformarlo en una mística. Pero… ¿Es mística o es conformismo? Esto no quiere decir que la cultura del aguante sea errónea, ni que sea necesario disponer de un paladar fino a la hora de analizar lo deportivo. Pero… ¿No tiene, acaso, Racing la capacidad de ser un club que viva abrazado a la gloria?
Es cierto que hay un sinfín de factores que alteran este producto. Pero hay, quizás, solo un grupo de personas que han logrado llevar a Racing de nuevo a lo más alto. Primero, Victor Blanco, presidente del club, con la reorganización desde lo económico y lo dirigencial. Pero, sin dudas, el factor más importante es el equipo de trabajo de Diego Cocca.
Para lograr su objetivo, Cocca, renovó prácticamente por completo el plantel de Racing. Contó con 10 incorporaciones nuevas, más 4 jugadores que regresaban al club (incluido Diego Milito) y 17 bajas.
Es verdad, no era una tarea fácil para el DT y eso se vio reflejado en sus primeros meses de trabajo, cuando la situación le era adversa y todavía, en pocas semanas, no había logrado plasmar su idea de juego en un mundo donde los proyectos son apuntados por el filoso dedo índice de los resultados.
Pese a haber comenzado de forma contundente con una goleada de visitante en Varela y un 2 a 0 ante San Lorenzo de local, hubo una caída en el funcionamiento del equipo entre la tercer y la quinta fecha de aquel Torneo de Transición 2014. Los dirigidos por Cocca recibieron una goleada ante Tigre (0-4), una derrota en el clásico (1-2) y la eliminación de la Copa Argentina frente a Argentinos Juniors.
Foto: Resumen Sports
Hubo, también, otro factor enorme en la mala relación entre algunos sectores de la hinchada (los que no son capaces de entender que el futbol se mide en proyectos y no en resultados) y el DT. Fueron sus declaraciones previas al Clásico de Avellaneda las que generaron la desconfianza de algunos sectores de la hinchada. “Prefiero perder el clásico y salir campeón”. Tanto los medios de comunicación como algunos hinchas del club fueron muy duros con las declaraciones de Cocca, que tuvo que pedir perdón tras la mala lectura mediática que se hizo de su idea.
Hubo varios factores claves a la hora de analizar este lapso de tres semanas que, en un principio, parecían catastróficas. Primero que nada, la lesión de Diego Milito, pieza fundamental en el equipo de Cocca. Segundo, elecciones en Racing, con todo lo que ello implica para el normal funcionamiento de un club. Es en este contexto, por pujas políticas bastante sucias, es que aparecen las banderas en contra del DT en el Cilindro de Avellaneda. En tercer lugar, puede aparecer la floja respuesta de los jugadores qué él había ido a buscar:
“Hay jugadores que no encontraron todavía el nivel. Uno los trajo por el nivel que tenían en sus clubes, pero lo cierto es que el cambio en un club tan grande como Racing es muy difícil de digerir” dijo Cocca en una conferencia de prensa posterior a la derrota con Argentinos Juniors por Copa Argentina.
Fueron semanas duras, donde la idea de transformar el club por medio del “Racing Positivo” se chocaba ante una oposición con lo que él mismo quería transformar. Durante ese tiempo se habló de su continuidad, también de un supuesto negociado con jugadores con los que compartía el mismo representante: caso Gustavo Bou. Lo cierto es que el tiempo le dio la razón.
“Desde el comienzo, lo que nosotros le planteamos a los jugadores y a la gente cercana es ser un Racing positivo. Hoy también se ha sumado la gente y podemos ver muchas cosas positivas en Racing. Cuando todas las mentalidades son en cosas positivas se atraen, estoy convencido de eso”
El funcionamiento del equipo fue apareciendo y con él los resultados. Racing terminó el año 2014 consagrándose campeón del futbol argentino, con solo 6 meses de trabajo del DT, entrando así a la Copa Libertadores y cortando una racha de 13 años sin levantar un trofeo.
Terminó el Torneo de 30 equipos (2015) en el cuarto lugar, reafirmando su identidad de equipo competitivo que da pelea en todos los frentes. También llegó a semifinales de la Copa Argentina 2015 y a cuartos de final de la Copa Libertadores. Por si todo esto fuera poco, logró cortar una racha de 11 años sin ganar en el Libertadores de América, la cancha de Independiente; y, por si esto no alcanzara, luego de una definición mano a mano, dejó al eterno rival afuera de la competencia más importante a nivel continente en el cierre de su ciclo.
Mezquino sería hablar de la transformación del “Racing Positivo” solo en los resultados. Lo cierto es que, contra viento y marea, Diego Cocca ha logrado más que conquistar un título. Logró conquistar la cabeza del hincha, transformarla. Mezquino sería, también, hablar de la transformación del club sin hablar de íconos como Sebastián Saja y Diego Milito, referentes del club, que han sabido bancar las criticas y los malos momentos, amén de haber dejado intereses personales de lado por el bien del equipo.
A lo largo del año y medio que duró su dirección técnica el club de Avellaneda ha logrado resaltar puntos favorables que antes le jugaban en contra. Uno de ellos es su público. Es verdad que siempre se destaca la gran hinchada académica, pero también lo es la presión que ejercían en momentos complicados. Hoy, esta presión ha pasado de ser negativa a ser positiva, y fiel reflejo de esto es la fuerza que tiene Racing a la hora de disputar partidos de local. “No es fácil jugar en el Cilindro” dicen los entrenadores y jugadores adversarios y el 2015 resulta un gran argumento: sólo perdió 2 partidos en esa condición.
Es cierto, también, que durante la dirección técnica de Cocca hubo una serie de contradicciones y equivocaciones en el plano futbolístico. Propias de errores que puede tener un DT joven en un mundo tan grande como el de Racing. También es cierto que (y quizás lo más rescatable de todo esto) Diego ha demostrado ser una persona que sabe aprender de sus errores.
Ciertas veces, no ha logrado adaptar a algunos jugadores dentro de su esquema de juego; fue una de las falencias mas reiterativas. A tal punto de relegar a esos jugadores o de modificar su idea de juego. Caso vital de esto, fue apostar a jugar con el doble 9, Milito y Bou; incluso cuando la opinión pública y su gente más cercana daban como opción más confiable elegir entre uno u otro.
Diego Cocca ha terminado su ciclo cómo DT de Racing dejando la vara muy alta. En total disputó 64 partidos: ganó 37, perdió 14 y empató otros 13. Rescatando una efectividad del 64,5%, la más alta en la historia del club. Además, por primera vez en más de tres décadas, el equipo de Avellaneda disputará dos veces consecutivas la Copa Libertadores, gran desafío para Facundo Sava, su sucesor en el banco celeste y blanco.
Diego Cocca llegó al club con un objetivo. Lo cumplió, y se fue amando y siendo amado. Logró cambiarle la cabeza al hincha de Racing, así como, también, él cambio la suya. Fue capaz de poner la grandeza del club al servicio de su historia. “Racing Positivo” no es solo un lema, es la prueba escrita de que te podés equivocar, podés perder y podés ganar, pero con la misma rapidez que pasan las cosas malas, uno está obligado a levantarse y seguir, sin traicionar tus principios, tus ideas y tu estigma.
Con Cocca, Racing tiene un antes y un después:
“Hemos dejado algo, y por sobre todas las cosas nos hemos llevado muchísimo. Esto y los resultados obtenidos inclinan la balanza de ‘Positivo’ a impagable. Me voy con parte de mi corazón de Racing. Así que, sea donde sea que me vaya, voy a seguir estando y alentando por Racing. Ya estoy sufriendo no poder estar en este club”
Hoy, Racing es un equilibrio casi perfecto entre el sacrificio, el buen juego y el orden institucional; sobre todo si lo comparamos con el pasado inmediato al ciclo Cocca. ¿Puede un club tan grande como Racing acostumbrarse a ser feliz incluso entre las sombras? Diego Cocca niega este interrogante. No fue solo un DT que logró la “hazaña” de salir campeón con Racing. Él es mucho más que eso.
Revista Con Efecto 